Redes sociales en Nicaragua
Desde sus inicios, el hombre ha estado destinado a formar parte
de redes sociales, cuya expresión más antigua se haya en el clan y
la tribu, como dice Juan Freire “Este mismo modelo persiste hoy en día en
muchas especies de primates, con las que compartimos gran parte de nuestra
historia evolutiva. Pero además, estas formas sociales perviven hasta nuestros
días, o renacen, en ciertos grupos humanos en que los “vínculos familiares” se han transformado en vínculos
sociales y culturales relacionados con el nacionalismo o los movimientos de
fans.
Con
el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en la
sociedad contemporánea, las redes sociales adquieren nuevas características que
le permiten explorar nuevas
posibilidades de colaboración y producción colectiva. En este nuevo contexto,” las redes sociales
pueden funcionar, y desarrollar proyectos para crear conocimiento, más allá de
límites organizativos o institucionales. De hecho, la red constituye un nuevo
paradigma social y económico en que nos hemos instalado en las últimas décadas
del siglo XX y que ha sido denominado “Sociedad Red”.
Actualmente, la República Facebook es uno de
los ejemplos más relevantes en el análisis de las redes sociales, como afirma
Miguel Lira “El usuario promedio en Facebook tiene 130 amigos; más de 700,000
millones de minutos por mes pasan en Facebook los usuarios; alrededor de 80
páginas de comunidad, grupos y eventos son las que cada usuario en promedio le
ha dado me gusta; se comparten más de 30,000 millones de unidades de contenido
cada mes (posts, links, notas, fotos, etc.)…y aproximadamente 7% de la población mundial
forma parte de esta red social.
En nuestro país, se cree que existen en la actualidad, más de 400 mil perfiles de usuarios creados por personas, organizaciones y empresas. Según Carlos Fonseca. Las empresas tienen ya algún tiempo tomando ventaja de la gestión en redes sociales. Algunas de ellas han contratado personas dedicadas enteramente a esto, y muchas han conducido campañas publicitarias apoyándose en Facebook.
Agrega que quienes gestionan las redes
sociales se han convertido rápidamente en un canal directo, por el cual los
clientes pueden hacer preguntas y tramitar algún reclamo a través de esta vía.
A veces funciona bien, otras no tanto, pero es una tendencia que en todo caso
"vino para quedarse".
Respecto a los medios de comunicación y
organizaciones civiles, señala que no lo están haciendo aún. Utilizan las redes
como una forma de distribución de su contenido (en el caso de los medios), y
actividades de relaciones públicas en el caso de las organizaciones, pero no en
realidad para crear una conversación de dos vías con sus seguidores, ni para
conducir campañas de activismo social, educación, etc.
Asimismo, se refiere al ciberactivismo
dejando entrever que sí ha habido apoyo a algunas propuestas de activismo, por
ejemplo, conciertos a favor de los damnificados por el terremoto en Haití,
algunos otros ejemplos similares. Esto ha parecido funcionar. Sin embargo, hay
otro muchos ejemplos de iniciativas civiles que se han tratado de impulsar, y
que en las redes obtienen mucho apoyo (traducidos en likes, etc.), pero que luego
ese apoyo no se traduce en una acción concreta fuera de las redes, digamos en
una marcha, una protesta pacífica o el boicot a un producto, por ejemplo.
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